El equipo de Leandro N. Alem venció por penales a Racing de Villa Svea y se coronó como el nuevo Campeón del Fútbol Regional Obereño.
Partido muy parejo el que disputaron Atlético Iguazú y Racing de Villa Svea en el Enrique Speyer de la localidad de la alegría. Ambos finalistas llegaban a este cruce con sensaciones diferentes. Los locales que llegaban a su tercera final (en el 2019 perdieron con Olimpia/San Antonio y con Atlético Campo Grande), en tanto que los de Villa Svea con el deseo de quedarse con el trofeo que lleva el nombre de uno de sus socios fundadores: Juan Prats Ribas.
Y disputaron esta final dejando todo en la cancha, en un muy buen marco de público que no quiso perderse este partido tan particular, la primera final que se puede disputar después de la pandemia.
El desarrollo del partido fue siempre parejo, disputado en el medio y obligando a abusar de los pelotazos. La defensa firme no permitía que los delanteros llegaran a lastimar. Hasta que a los 23´ apareció Manuel Avellaneda, quien probando desde afuera del área logró vencer a Lucas Serafín y anotó el 1 a 0 parcial con el que se irían al descanso.
En el complemento las acciones siguieron sin cambios. Poco a poco el Iguazú empezó a manejar el nerviosismo de su rival que encontró mejoría cuando comenzó a mover su banco. A los 35´tuvo premio la Academia, cuando llegó al empate con el gol de Leonardo Britez. El empate ya sería el definitivo, y llevaría a la definición desde los penales.
Y desde los doce pasos terminaron 4 a 4, un errado para Racing y un atajado por Emanuel Parayba. En los tiros de a uno, Parayba volvió a atajar y además fue quien convirtió el gol que le daría la victoria al equipo de Leandro N. Alem, que así logra su primer título en su historia.
La entrega de premios estuvo a cargo del presidente de la Liga Regional Obereña de Fútbol, Raúl Benítez, acompañado por familiares de Prats Ribas que presenciaron la final, y del Presidente de la FEMIFU, Juan Carlos Rossberg.
El trofeo al goleador del torneo corresponde a Martín Tarno de Atlético Aristóbulo del Valle (9 goles), mientras que la Valla Menos Vencida correspondió a cuatro equipos, todos con igual cantidad de goles en contra: Atlético Iguazú,
Además de los trofeos al Campeón y Subcampeón, se entregó al vencedor la Copa Challenger «75 Aniversario de la LROF», que permanecerá en su poder hasta el próximo torneo y será para aquel club que logre tres campeonatos consecutivos.