La misionera Analía Zacarías tenía una última chance de jugarse un lugar en Tokio 2021. La cita era en Francia, en el Campeonato Mundial de Ciclismo Urbano, los primeros días de junio.
Sin embargo, el Gobierno francés cambió la política para el ingreso de los deportistas argentinos y desde el ENARD decidieron suspender el viaje. “Nos quedamos con el sabor amargo de no poder pelearla hasta lo último, pero ahora ya pensamos en lo que se viene”, dijo Analía en diálogo con EL DEPORTIVO.
Por estos días, Analía se encuentra en Córdoba, hasta donde viajó para poder entrenarse en la previa al Mundial de Ciclismo que se iba a disputar del 4 al 8 de junio próximo.
La intención era salir el 28 de mayo hacia Francia, con el objetivo de ir a buscar una de las últimas chances de clasificar a los Juegos Olímpicos en Tokio. Sin embargo, debido al aumento de casos de coronavirus en el país, Francia decidió pedir 10 días de aislamiento a los deportistas argentinos y no siete, como era hasta el momento.
“El gobierno francés tiene una lista que envió la Unión Ciclismo Internacional (UCI), que organiza este evento, y exigió diez días de aislamiento a los atletas argentinos. Eso implicaba pedir cambio de vuelos y otras cosas, por lo que finalmente se decidió cancelar el viaje. Nos quedamos con las ganas de poder ir y hacer esta última etapa del período de clasificación a Tokio. Nos quedamos con el sabor amargo de no poder pelearla hasta lo último”, dijo Analía.
Fue el Ente Nacional de Alto Rendimiento Deportivo (ENARD) el que tomó la decisión de suspender el viaje. “Yo, si me pongo en el lugar de la gestión, entiendo. No se consiguen vuelos, Francia exige un test negativo de COVID para ingresar y hay que hacerse otro en el aeropuerto que está entre 80 y 150 Euros“.
“En años anteriores teníamos un cronograma y se podía organizar sin problemas, ahora con la pandemia, organizan un campeonato y estamos todo el tiempo a la expectativa y es difícil organizarse de un día para el otro”, analizó la biker misionera.
El aislamiento de diez días exigido por el gobierno francés también iba a tener su costo. “Encerrados sólo podíamos hacer abdominales, nada más. Y así empezamos con una desventaja porque no nos daban los tiempos para practicar en la bici. No es lo mismo que era antes de la pandemia, ahora cambió todo y nuestros hábitos también, pero yo soy una chica muy positiva. Cuando nos enteramos fue un baldazo de agua fría, pero después de eso a levantar la cabeza y a entrenar a full para darlo todo”.
Justamente, después de la desazón, Analía ya cambió el chip y se puso a pensar en lo que se viene. Por ahora se quedará en Córdoba para entrenar lo que pueda, debido a que las restricciones sanitarias obligaron a cerrar el Bike Park del Kempes, el único del país con medidas internacionales.
“Me puse un poco triste, pero si no se dio será la próxima. Ya nos pusimos a pensar en París 2024, en el Sudamericano y la idea es empezar a trabajar en conjunto, planificar los entrenamientos en la medida que se pueda y con el protocolo vigente, porque hay que cuidarse muchísimo”, cerró.
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